Ricky, de 43 años, llevaba meses tratando de ponerse en forma. Había probado todas las dietas y todas las máquinas de ejercicios, pero seguía sin ver resultados. Se sentía frustrado y desesperado cuando decidió experimentar con algo distinto: el ejercicio cardiovascular.
Empezó con unos pocos minutos de footing por su barrio. Con el paso de las semanas, Ricky aumentó la intensidad y la duración de sus entrenamientos y empezó a notar cambios en su cuerpo casi inmediatamente. Estaba perdiendo peso y tonificando sus músculos.
También conocido como aeróbico, el “Cardio” es cualquier tipo de ejercicio que hace que su corazón lata más fuerte. Si caminamos, corremos, nadamos o montamos en bicicleta, el corazón y los pulmones se volverán más eficientes en el transporte de oxígeno por todo el cuerpo.
La actividad física reduce el riesgo de ciertas enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la presión arterial alta. Además, aumenta nuestra masa muscular: los músculos se vuelven más saludables, liberan hormonas y sustancias que optimizan el metabolismo y nos protegen de enfermedades cardiovasculares.
“La actividad física es el precio que debemos pagar por una mejor salud”, dicen los médicos. Nunca es demasiado tarde para empezar a mover todos los músculos. Incluso las cosas más pequeñas cuentan como ejercicio, como pasear al perro o rastrillar el jardín.
Mucho cuidado. No hay dudas que el ejercicio cardiovascular hace maravillas. Al igual que cualquier otro músculo, el corazón necesita de mucho cuidado. Sin corazón, no hay vida. Cuanto más fuerte sea el corazón, mejor funcionará en el cuerpo. Con los ejercicios, su corazón no tendrá que esforzarse tanto para subir y bajar escaleras, ascender a una colina o caminar 15 cuadras y más.
Un peso saludable. El ejercicio cardiovascular también ayuda a quemar calorías, y, por lo tanto, bajar de peso. Además, es un buen punto de partida para combatir la crisis mundial de obesidad.
Menos problemas de sueño. Las personas que realizan ejercicios cardiovasculares tienen menos problemas de sueño. Los que se quejan de que no duermen es porque sobreviven sentados o acostados la mayor parte del día, sin hacer ejercicios.