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6 – Calma el estrés. Una buena ducha fría merma el estrés y la ansiedad, dos males de nuestro tiempo.
7 – Despierta el organismo. El agua fría estimula el organismo, lo activa y lo pone en alerta. Se recomienda una ducha fría para empezar el día y así liberarse de la sensación de cansancio o de sueño al levantarse.
8 – Efecto diurético. El agua fría desarrolla aún más las cualidades purificadoras del organismo. Esto se debe a que las bajas temperaturas tienen un efecto diurético e impiden la formación de nódulos de grasa.
9 – Cura la depresión. Un estudio de la Universidad de Virginia, EE. UU., reveló que la ducha fría estimula la parte del cerebro que nos trae optimismo y felicidad.
10 – Mantiene el cabello sano. El agua fría es muy beneficiosa para el cabello porque previene la sequedad. Es ideal para detener la caída del cabello.
✅ Recomendaciones para la ducha fría. Si no estamos acostumbrados, es posible que nos requiera de dos a tres semanas antes de adoptar este hábito. Para disfrutar de los beneficios naturales del agua fría, empezar despacio. Hay que ducharse con agua tibia y bajar la temperatura poco a poco para no sentir demasiado el cambio brusco. Con el paso de los días, pasar de la temperatura tibia a una más fría.
Las duchas con agua fría tienen sus ventajas y desventajas. Entre las ventajas, benefician las uñas, el cabello y la piel, que se verá más firme, elástica y luminosa. Por otro lado, las duchas calientes pueden secar e irritar la piel, ya que causan daño a las células de queratina que están localizadas en la epidermis. No hay evidencias definitivas de que el agua fría afecte negativamente la salud. Pero, los enfermos deben tener precaución. Además, con una edad avanzada o problemas en el corazón, el agua fría podría originar desmayos y un ataque cardíaco.
Si bien el agua fría o helada es una forma efectiva de relajar el cuerpo después del entrenamiento físico intenso para recuperar energías perdidas y fortalecer la circulación sanguínea, también hay otros factores a considerar: por ejemplo, si existen problemas cardiovasculares preexistentes. Importante: consultar a su médico antes de un cambio de hábito, de agua caliente a fría.
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