Mi amiga Linda estaba luchando con problemas digestivos desde que tengo memoria. Probó de todo, desde cambios en la dieta hasta medicamentos, pero nada funcionó. Eso fue hasta que descubrió los probióticos.
La salud intestinal es fundamental para nuestro bienestar general. Una forma de cultivarla es a través de una dieta equilibrada y rica en fibra. Así, logramos un perfecto tránsito intestinal e impedimos contrariedades como el estreñimiento.
También es conveniente eludir el consumo excesivo de alimentos procesados y azucarados. Son los que alteran el equilibrio de las bacterias intestinales. Incorporar probióticos, como en el yogur y el kéfir, tonifican la flora intestinal y optimizan la digestión.
Ciertos tipos de yogur admiten probióticos en cantidades terapéuticas. Hay teorías de que estos suplementos dietéticos fortalecen el sistema inmunitario.
No hay pruebas de que los probióticos sustituyen las partes dañadas del tracto digestivo. Pero, sí, forman asociaciones temporales para que las áreas dañadas tengan más tiempo de recuperación. También se cree que los probióticos previenen el insomnio y el estrés.
Para mantener una salud adecuada, sus intestinos deben absorber los nutrientes. Y eliminar los residuos y las toxinas. Los intestinos están entre el estómago y el recto, como parte del sistema digestivo. En los intestinos delgado y grueso, los alimentos se descomponen. Luego, se disipan en el torrente sanguíneo. Las bacterias buenas en los intestinos producen nutrientes. Además, sustentan el equilibrio de pH para prevenir la proliferación de bacterias no deseadas.
Desde el momento del nacimiento, el cuerpo está habitado por bacterias buenas. Pero, los cambios en la dieta, el estrés y el envejecimiento alteran este delicado equilibrio. La falta de bacterias buenas lleva a: Problemas de digestión. Deficiente función intestinal y flatulencia. Un sistema inmunitario debilitado. Mala absorción de nutrientes. Bajo nivel de energía y bienestar.
Los probióticos son cepas de bacterias buenas. Limitan la proliferación de bacterias no deseadas en el tracto intestinal.