Sarah era una niña cuando su madre la llevaba al parque todos los fines de semana, para pícnics y jugar en el pasto o hierba. Sin embargo, Sarah pasaba el día estornudando y con los ojos llorosos.
Al principio, su madre pensó que era un simple resfriado, pero después de varias visitas al médico, el diagnóstico fue que Sarah era alérgica al polen y a la hierba, y así no podía disfrutar del aire libre como otros niños de su edad. Debía permanecer en casa durante la primavera y verano o llevar una mascarilla para cuidarse de los alérgenos.
Poco a poco, Sarah aprendió a vigilar mejor sus alergias. Siempre tomaba su medicación antes de salir y llevaba consigo un inhalador. También descubrió que algunos alimentos encendían las alergias, así que los evitó. Y a pesar de todos los desafíos, halló otras aficiones, como la lectura y la pintura. Y afortunadamente encontró un trabajo “remoto”, desde la computadora de la casa. ¿Tiene alergias como Sarah? Sí es así, a continuación algunos consejos para dominarlas.
1 – Alejarse del problema o limitar la exposición. Si es alérgico a los animales domésticos y tiene perro o gato como mascota, limite el contacto con ella, sobre todo en el hogar. Manténgala alejada de los muebles y fuera de su dormitorio.
2 – Limpie su casa. Hay muchísimas personas alérgicas al moho y al polvo. Hay que higienizar la casa lo más posible, para limitar o destruir sustancias dañinas que ponen en riesgo nuestra salud. Si sufre alergia al moho, recurra a un profesional para una limpieza profunda. Si este gasto es demasiado, disminuya el tiempo que pasa en sitios donde hay moho, como en un sótano o el ático.
3 – Alerta con el polen. La exposición excesiva y prolongada a diversos ambientes (principalmente en el exterior) multiplica las alergias por polen, con estornudos, congestión nasal y picazón en los ojos. Es importante no salir (o usar mascarilla) cuando los árboles florecen con mayor frecuencia. También es aconsejable cerrar ventanas y puertas para que el viento no transporte agentes contaminantes al interior del hogar u oficina.
4 – Beba té verde. Algunos tés verdes están compuestos por antihistamínicos naturales, una forma estupenda de aplacar las alergias. Incluso los tés naturales sin antihistamínicos son buenos, ya que esta bebida es conocida por su valor calmante.
De 60 a 70 millones de estadounidenses tiene alergias en algún momento de su vida. En el mundo: más de 1,500 millones. El polen es uno de los principales culpables. Otros desencadenantes habituales son los ácaros del polvo, el contacto con animales e insectos y el látex, y algunos alimentos.