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5 – Glándulas salivales. La saliva abastece de oxígeno a todas las partes de la cavidad oral. Cualquier condición que reduzca la producción de saliva, desarrolla la actividad bacteriana. A veces, el conducto salival está obstruido por cálculos o tumores, que se relacionan a un olor desagradable.
6 – Placas amigdalinas. Si el mal aliento persiste incluso después de sostener una higiene bucal adecuada, hay posibilidades de que se trate de una enfermedad. El líquido secretado de los pliegues de la amígdala es muy ofensivo.
7 – Faringitis. La faringe es un tubo fibromuscular que forma la parte superior del tracto digestivo y respiratorio. La inflamación de la faringe se llama faringitis, ocasionada por bacterias y virus. El mal aliento está presente en la faringitis junto con otros signos como la tos y la irritación de la garganta.
8 – Dentaduras postizas. Los usuarios de prótesis dentales casi siempre se quejan de mal olor debido a la acumulación de pequeños restos de comida. En este caso, como el cepillado no es tan fácil, hay que limpiar las dentaduras con líquidos especiales,
9 – Fumar. Los fumadores siempre tienen mal olor. Fumar aumenta el dióxido de carbono en la cavidad bucal y debilita el nivel de oxígeno, creando una condición favorable para las bacterias.
10 – Lesiones en la nariz y el oído. El mal aliento aparece ocasionalmente en la sinusitis (infección de los senos paranasales). La rinitis crónica (infección de la membrana mucosa de la nariz) y los cuerpos extraños en la nariz también producen mal olor en el aire expirado.
✅ ¿Cómo curamos el mal aliento? La buena noticia es que hay varias formas de prevenir el mal aliento, lo cual significa que no tiene por qué ser permanente. Para evitarlo, es importante mantener una buena higiene bucal, cepillando los dientes después de cada comida y usando hilo dental diariamente. Además, se recomienda incentivar la producción de saliva, eliminando el consumo de picantes.
Una dieta equilibrada, rica en verduras, frutas y zumos cítricos como limón, naranja o mandarina, también previene la “halitosis”. Un remedio casero y efectivo es el agua de manzanilla, que expulsa las bacterias en la boca. En resumen, seguir una buena higiene bucal y llevar una alimentación sana son claves contra el mal aliento.
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