Sofía es una joven que siempre se ha tomado en serio su nutrición. Hace ejercicio de forma regular y sigue una dieta equilibrada a base de frutas y verduras frescas. Y nunca olvida el calcio, ya sea en alimentos como la leche o en suplementos vitamínicos.
El calcio es esencial para tener huesos fuertes, y dientes, músculos y órganos sanos. Ayuda a regular la presión y a mantener el buen funcionamiento de los nervios y las células.
Sofía sabe que, si no consume suficiente calcio, sus huesos se debilitarían y sus dientes serían más frágiles. Además, sufriría de osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se vuelven quebradizos, con el riesgo de fracturas y otras lesiones graves.
También es importante consumir vitamina D, que ayuda al organismo a absorber el calcio. Para asegurar una ingesta adecuada de calcio, la cantidad diaria recomendada es de 1.000 miligramos para los adultos mayores de 19 años, acompañada de otros nutrientes, incluidos el magnesio, el fósforo y las vitaminas A, C, D y K.
La cafeína puede disminuir los niveles de calcio y una dieta alta en proteínas aumenta la pérdida de calcio a través de la orina. El consumo excesivo de sodio y alcohol, así como los antiácidos que contienen aluminio, también contribuyen a la pérdida de calcio.
Los síntomas de deficiencia de calcio incluyen calambres musculares, generalmente en las manos o los pies; pérdida del cabello; piel y uñas secas; entumecimiento, hormigueo o sensación de ardor alrededor de la boca y los dedos; náuseas y vómitos; dolores de cabeza.
El calcio es útil para prevenir o tratar las siguientes condiciones:
Osteoporosis. Un suministro insuficiente de calcio a lo largo de la vida, produce osteoporosis. Si no se obtiene una cantidad suficiente de calcio a través de la dieta, es necesario tomar suplementos de calcio.