3 No espere hasta que tenga hambre. Si no come en un largo período de tiempo, el cuerpo entrará en modo de pánico, ¡cree que no tiene suficientes recursos y buscará comida en exceso! Por eso, las comidas frecuentes y más pequeñas ayudarán a mantener su cuerpo satisfecho.
4 No se pierda una comida con la esperanza de que le ayude a quemar más calorías. No es conveniente saltarse comidas para adelgazar, ya que lo que ocurre es que se consume más grasa. Asimismo, si pasa un largo tiempo sin ingerir una comida, es mucho más probable que termine comiendo en exceso debido a que ya no puede soportar el hambre.
5 Saltarse las comidas ralentiza el metabolismo. Al saltar comidas, su cuerpo piensa que hay escasez de alimentos, almacena grasa adicional y ralentiza la cantidad de grasa que quema. El instinto de supervivencia natural del cuerpo se activa, aumentando de peso.
6 Además de comidas más pequeñas, coma más despacio. Mastique con calma. Nos llevará 20 minutos darnos cuenta de que el cuerpo está lleno y satisfecho. Si come con rapidez, se llena de comida antes de que tenga tiempo de percibir la señal completa que su cuerpo está enviando a tu cerebro.
Al comer más despacio, empieza a percibir estos signos de su cuerpo y acostumbra a identificarlos en una etapa previa.
7 Tómese 15-30 minutos extra al día. Para algunos de ustedes, esto puede ser excesivo. Pero, todo lo que necesita es dividirlo a lo largo del día. Salga para el trabajo con cinco minutos de margen y camine hasta una parada de autobús más alejada o estacione el auto más lejos de lo habitual.
Al almorzar, pasee cinco minutos o suba las escaleras en lugar del ascensor. Camine hasta la tienda local en lugar de conducir. Es fácil completar 15, 30 o incluso una hora de ejercicio todos los días si lo divide así.
¿Por qué hay gente que no engorda? Comen y comen y, sin embargo, no engordan. Esa es la primera impresión que uno tiene. Ellos son los “perennes delgados”, los que desconocen el sacrificio de una dieta. Estos individuos tienen un conjunto de características físicas que el resto no tiene, gracias a la genética. Se cree que entre el 60 y 70 % de nuestro peso corporal está determinado por nuestros genes.