ideación suicida en el TEPT”, anotó la autora del estudio, Irina Esterlis, profesora asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale en West Haven, Connecticut.
“De hecho, solo hay dos tratamientos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para el TEPT”, lamentó Esterlis. Ambos son antidepresivos conocidos como ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina). Pero “no funcionan rápido, y quizá no funcionen bien en más o menos la mitad de los individuos”, anotó.
El nuevo trabajo apunta a un tipo característico de actividad cerebral que podría desencadenar los síntomas clásicos del TEPT, como el deseo de evitar a las personas o a los lugares asociados con un evento traumático y/o con los sentimientos de tensión.
Entre los que sufren de TEPT, esos síntomas pueden desencadenar la ideación suicida, explicó Esterlis.
“Por tanto, sería importante comprender cuándo sucede la alteración en esta [actividad cerebral], para que podamos ‘arreglarla’ en un momento óptimo”, planteó Esterlis, que