Imagine que unos escáneres del cerebro pudieran mostrar si alguien con un trastorno por estrés postraumático (TEPT) está a punto de suicidarse. ¿Demasiado increíble para ser verdad?
Ahora, un nuevo estudio de tamaño reducido sugiere que es posible, simplemente al monitorizar la forma en que una sustancia cerebral común se distribuye por el cerebro.
En la investigación participaron menos de 90 pacientes. Pero de cualquier forma plantea la posibilidad de que en algún momento en el futuro se pudieran desarrollar unos nuevos tratamientos para reducir el riesgo de suicidio en este grupo de pacientes vulnerables.
“Los individuos con trastornos de la salud mental tienen un riesgo más alto de ideación y acciones suicidas, y actualmente no hay un tratamiento para aliviar la