Use un calzado resistente diseñado para las condiciones del sendero en que caminará. Asegúrese de que el calzado le quede bien y que esté bien amoldado antes de irse a caminar, para reducir el riesgo de ampollas, dolor en los tobillos y pies, y daño en las uñas de los pies, dijo Catalano.
También es importante usar calcetines que protejan a la piel, absorban la humedad y protejan del frío.
Conozca la ruta por la que va a caminar y sus opciones para obtener ayuda médica, añadió. Lleve suministros, como apósitos y vendajes, que pueda usar para estabilizar y proteger los pies y tobillos lesionados.
Algunos senderistas subestiman la gravedad de una lesión. Por ejemplo, primero intentan aliviar el dolor cambiando la forma en que caminan, alterando el paso o cambiando de calzado. Pero en algunos casos, esas medidas pueden provocar más daño, advirtió Catalano.
“Es esencial que los senderistas conozcan las señales y sigan atentos a las lesiones complejas, ya que no buscar tratamiento puede resultar en un daño adicional que puede conducir a un tratamiento y unos periodos de recuperación más largos y complejos”, comentó Catalano.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com © Derechos de autor 2015, HealthDay