Mi amiga María Isabel es una chica muy simpática. Todos la conocen por su amor a los animales, especialmente a un perrito muy juguetón. María Isabel y Toby son inseparables. Ella lo lleva a todos lados y lo trata como a un miembro de la familia. Toby, por su parte, la adora y busca su atención y cariño.
Al igual que mi amiga, millones y millones de seres humanos adoran a sus mascotas, desde perros a conejos, desde gatos a loros. Sin embargo, a veces, hay problemas en casa que nadie imagina. Por ejemplo: las alergias.
¿Cuándo está cerca de su mascota, tiene molestias, como un resfrío o picazón? Si es así, tal vez sea alérgico a un perro, gato o ave, entre otros. Los medicamentos de venta libre y los recetados son excelentes antialérgicos. También hay medidas naturales que debe tomar. Por ejemplo: mantenga a su mimado perrito o gatito fuera de su dormitorio.
El dormitorio es el lugar donde muchas personas pasan la mayor parte del tiempo… con sus perros y gatos. Recuerde que lo último que usted quiere es sufrir alergias cuando intenta dormir bien.
Invierta en un purificador que utilice tecnología HEPA, para eliminar las partículas o bacterias en suspensión en el aire. También es recomendable una aspiradora potente, para remover los alérgenos del piso, las paredes, la ropa de cama y los muebles.
En EE. UU., donde hay millones de ciudadanos alérgicos —por alimentos, el moho y las inclemencias del tiempo—, las mascotas también desarrollan alergias. De hecho, los gatos y los perros son los que más alergias padecen.
A la hora de determinar si su mascota es alérgica, muchos no saben cómo proceder. Una de las señales más comunes de que su mascota tiene una alergia es que se rasque constantemente. El picor constante y la irritación cutánea van de la mano.