En la ciudad de Paysandú (Uruguay), una mujer llamada Dora siempre mostró un gran interés por la medicina alternativa, por lo que, cuando descubrió la homeopatía, quedó cautivada. Hoy, confía “a ciegas” en esta medicina, aunque la ciencia tiene otra perspectiva en cuanto al tema. Según el Dr. José Mattiauda, conocido médico de la zona, “no hay evidencia ni investigación científica seria que demuestre que la homeopatía cure. Entonces, los médicos debemos recetar medicamentos científicamente probados. La gran verdad es que la homeopatía nunca curará un cáncer u otra enfermedad grave”.
Fundada a finales del siglo XVIII por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843), utiliza sustancias obtenidas de vegetales, animales y minerales, principalmente, en concentraciones muy pequeñas disueltas en agua y alcohol.
Práctica médica alternativa basada en la idea de que el cuerpo tiene la capacidad de sanarse a sí mismo, la homeopatía es usada para una amplia variedad de enfermedades, como alergias, dermatitis atópica, artritis reumatoide y el síndrome del intestino irritable. También, para lesiones menores, como cortes y raspaduras, y distensiones o esguinces musculares.
Está enfocada en el ser humano en su totalidad, en lugar de partes u órganos afectados. Para lograr una curación duradera, hay que tener en cuenta el aspecto físico, mental, emocional y social de la persona. Este enfoque sostiene que las enfermedades surgen debido a una perturbación en la fuerza vital, un poder que es invisible en cada individuo.
En un estado de salud óptimo, la fuerza vital es la encargada de mantener el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma. En esta etapa, el individuo experimenta sensaciones y funciones normales. Sin embargo, cuando la fuerza vital se ve comprometida, hay signos y síntomas evidentes en su exterior. La falta de equilibrio en las funciones del cuerpo brinda un espacio para que organismos ajenos como bacterias, virus, hongos, protozoos y demás se reproduzcan y causen enfermedades.
La homeopatía se fundamenta en el concepto de que “lo semejante cura lo semejante”, es decir, una sustancia que genera síntomas en un individuo sano puede ser empleada en cantidades altamente diluidas para tratar esos síntomas en una persona enferma.
Los partidarios de la homeopatía tienen sus propias conclusiones: 1. Tratamiento personalizado. La homeopatía adapta su tratamiento a los síntomas y a las necesidades únicas de cada persona. Este enfoque individualizado da como resultado un tratamiento más efectivo. 2. Muy pocos efectos secundarios. A diferencia de muchos fármacos usuales, las terapias homeopáticas no causan o solamente producen efectos secundarios mínimos.
3. Sanación integral. La homeopatía considera a la persona como un todo —incluyendo su mente, cuerpo y espíritu—. 4. Seguridad. Los tratamientos homeopáticos son seguros para personas de todas las edades, incluyendo a adultos, niños, infantes y mujeres con embarazo. Además, son económicos en comparación con los fármacos convencionales.