Cuando visitaba a mi abuela María, de Asturias (España), me sentía muy feliz por verla y por la deliciosa comida que ella cocinaba. Lo que más me impresionaba eran sus cebollas enormes, las cuales siempre se exhibían en una cesta.
Acerca de sus cebollas en medio de una mesa (como si fuesen flores), la abuela me confesó que, en su juventud, padeció una neumonía grave. Por varios meses estuvo en cama y ningún médico pudo curarla. Un día, una mujer campesina de un pueblo cercano le proporcionó la receta “secreta” de una sopa con cebollas, que debía consumir por tres días consecutivos. De manera milagrosa, mi abuela se sanó. A partir de entonces y hasta su deceso, siempre creyó en las propiedades curativas de las cebollas. Por lo tanto, si me sentía enfermo o necesitaba un poco de ánimo, la mejor solución era tomar su famosa sopa.
La cebolla es un remedio natural que es familiar para nuestras abuelas y tías. Sus poderosos nutrientes concentrados incluyen 11 vitaminas, 5 minerales, 4 oligoelementos y 3 macronutrientes, que previenen la oxidación de las células, reducen la inflamación, combaten bacterias y actúan como un antiséptico.
En esta lista se enumeran 10 dolencias que podrían tratarse con cebolla.
1 – Tos, afecciones respiratorias, congestión torácica e inflamación de la garganta. Primero, pelar y cortar en dos una cebolla. Luego, poner un poco de azúcar moreno en cada rebanada y licuar las dos partes. Después de una hora, beber el jugo resultante, dos cucharadas dos veces por día. Gracias a las propiedades antibacterianas del azufre en la cebolla, curará la tos. También, reducirá la inflamación y fortalecerá el sistema inmunitario.
2 – Trombosis, hipertensión y edema en las piernas. Preferiblemente cruda o en infusión, una cebolla diaria optimiza la circulación sanguínea y evita la obstrucción de los vasos y el desarrollo de coágulos.
3 – Envejecimiento de arterias y la piel. Cuando son consumidas por lo menos de 4 a 5 veces por semana, las cebollas y sus antioxidantes resguardan las arterias y la piel del envejecimiento prematuro.
4 – Acné y picaduras de insectos. Contra el molesto ataque de los mosquitos o el herpes labial, frote suavemente la piel con media cebolla varias veces al día. Para el acné, prepare una mascarilla mezclando cebolla, 1/2 taza de avena y 1 cucharada de miel. Aplíquela en la cara durante 10 minutos y enjuague. Repita este tratamiento de 2 a 3 veces por semana.