Ava era una niña a la que le encantaba comer frutas y verduras. Sabía que poseían vitaminas y minerales para mantenerse fuerte y sana. Su madre le añadía a sus comidas muchas verduras ricas en vitaminas, como brócoli y pimientos.
Un día, Ava se levantó enferma. Le dolía la garganta, moqueaba la nariz y no sabía qué hacer. Entonces cogió una naranja y la peló, disfrutando de la explosión de vitamina C que le proporcionaba cada bocado. Durante los días siguientes, comió alimentos ricos en vitamina C y bebió mucha agua, hasta que recuperó su energía.
Para mantenerse lo más sano posible, siga el ejemplo de Ava y consuma vitaminas y minerales en su dieta. Hay que tener siempre presente que las deficiencias de vitaminas producen complicaciones en la salud.
VITAMINA A. Estimula la visión, el sistema inmunitario, el crecimiento y el desarrollo, y el buen funcionamiento del corazón, los pulmones y otros órganos. Las zanahorias, las calabazas y las verduras de hoja verde son excelentes fuentes de vitamina A. El betacaroteno es el tipo más común de provitamina A, también disponible en suplementos dietéticos.
VITAMINA D. Puede obtener vitamina D a través de la piel, de la dieta, de la leche y de suplementos. El cuerpo forma vitamina D de forma natural tras la exposición a la luz solar. Sin embargo, una exposición excesiva al sol provoca envejecimiento y el riesgo de cáncer de piel.
VITAMINA C. Promueve el crecimiento de los tejidos, favorece la formación de glóbulos y acelera el proceso de curación. El brócoli, los pimientos, los tomates, las naranjas y otros alimentos son ricos en vitamina C. Estudios recientes sugieren que es un antídoto contra el Alzheimer y demencia.
CALCIO. Es un mineral esencial para el cuerpo humano, ya que ayuda a formar y mantener huesos y dientes fuertes. También participa en otras funciones importantes, como la contracción muscular y la coagulación sanguínea. Debemos consumir suficiente calcio a lo largo de la vida para prevenir la osteoporosis.
VITAMINA B2. La riboflavina, o vitamina B2, se encuentra en las palomitas de maíz, los espárragos, los plátanos, las judías verdes y los productos lácteos. Una deficiencia reducirá la calidad de la textura de la piel. Además, participa en procesos de respiración celular, desintoxicación hepática y mantenimiento de la envoltura de los nervios.