Jorge quedó tetrapléjico en un accidente automovilístico. Cuando le dijeron que nunca volvería a caminar, terminó abatido y enojado con el mundo. Los médicos le brindaron una gran oportunidad: una silla de ruedas dirigida con su mente. Ahora puede ir a donde quiera y hacer lo que quiera. Ya no es un rehén de su propio cuerpo. Esta historia “del futuro” será muy habitual dentro de pocos años debido a los avances de la tecnología.
Mediante una tapa con electrodos en la cabeza, varias personas con tetraplejia, sin función en las extremidades, han podido generar ondas cerebrales para guiar su silla de ruedas.
“La tapa captura las señales cerebrales de una persona, que se traducen en los movimientos de la silla de ruedas a través de un programa informático”, explica el investigador principal José del R. Millán, profesor de neurología y cátedra de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Texas, en Austin.
De acuerdo con una nueva investigación publicada en la revista iScience, dos de tres voluntarios tetrapléjicos aprendieron finalmente a dirigir su silla de ruedas a través de una habitación de hospital, evitando los objetos.
Según el Dr. Anthony Ritaccio, profesor de neurología en la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, los esfuerzos para desarrollar una silla de ruedas controlada por la mente llevan activos desde hace 15 años.
Hasta el momento, las personas han tenido que someterse a una cirugía cerebral para tratar de controlar una silla de ruedas con sus mentes, utilizando cables eléctricos implantados en las regiones motoras de sus cerebros.
“Este es el primer estudio que tiene un éxito bastante bueno sin tener que entrar en el cerebro”, dice Abbey Sawyer, investigadora postdoctoral en el Centro de Investigación de Habilidades de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York.
El estudio también pone de manifiesto que tanto la computadora que interpreta las señales cerebrales como las señales que emite la persona pueden adaptarse y funcionar mejor en conjunto con el paso del tiempo. “Si se capacita a las personas durante un tiempo suficiente, pueden alcanzar un cierto nivel de control de un dispositivo avanzado, como estas sillas de ruedas controladas por el cerebro”, señala Millán.