tener dificultades con los costos de los medicamentos que las personas de más edad.
Tenían el doble de probabilidades de no tomar su medicamento según la receta que los que tenían a partir de 75 años: un 6 frente a un 3 por ciento, apuntó Cohen.
Los adultos mayores más jóvenes eran más propensos a buscar una receta más barata: alrededor de un 20 por ciento, frente a más o menos un 15 por ciento de los adultos mayores de más edad.
“Me pregunto si es porque las personas mayores piensan que deben tomar el medicamento, y le hacen caso al médico”, planteó Beizer. “Al ver a las personas de 65 a 74 años, se comienza a observar a algunos de los miembros más viejos de la generación de la postguerra, que podrían ser más directos respecto a su atención de la salud”.
El tipo de seguro de salud con que los adultos mayores contaban tenía un impacto inmenso en