“Hacer algo es mejor que no hacer nada, incluso cuando no se llega a los niveles de actividad física recomendados por las directrices”, afirmó el autor líder del estudio, Michael LaMonte, de la Universidad de Buffalo en Nueva York, donde es profesor asociado de investigación en epidemiología y salud ambiental.
LaMonte y sus colaboradores observaron a más de 6,000 mujeres de 63 a 99 años de edad en Estados Unidos. Las que hacían 30 minutos de actividad física leve cada día (según se midió con un acelerómetro) tenían un riesgo un 12 por ciento más bajo de muerte que las mujeres inactivas.