Las posturas incluían unas que se conocen como de apertura de pecho, que estiran el área del pecho y enfatizan la respiración profunda. Eso era importante porque las personas con cáncer de pulmón con frecuencia tienen problemas para respirar.
En comparación con un grupo de control de pacientes que no hicieron yoga, los que sí lo hicieron tuvieron unas puntuaciones más altas en una prueba de caminar de seis minutos y un mayor vigor. Sus cuidadores también reportaron menos fatiga y más vigor al trabajar.
Milbury y sus colaboradores presentaron los hallazgos en una reunión reciente del Simposio de Oncología Paliativa y de Atención de Respaldo (Palliative and Supportive Care Oncology Symposium), en San Diego.
Los autores del estudio dijeron que no afirman que el yoga sea mejor para los pacientes con cáncer de pulmón avanzado que otros ejercicios, como la natación o el senderismo.
“Intentamos observar una forma de estimular el bienestar de los pacientes y cuidadores, tanto física como mentalmente, como medio para mejorar la atención de respaldo”, comentó Milbury en un comunicado de prensa del simposio.
Añadió que a los investigadores les “encantó” que muchos participantes dijeron que seguirían practicando yoga por su cuenta.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com