Conoció a mucha gente que no sabia nada sobre la enfermedad y muchos bromeaban diciendo “tengo el reloj estropeado” porque se olvidan de las cosas y les hace gracia, pero la verdad es que no tienes que ser viejo para contraer la enfermedad, hay gente a la que se le diagnostica Alzheimer con 40 años, y 40 años no es una edad avanzada.
“El Alzheimer es fatal, no tiene cura, no puedes evitarlo, no hay supervivientes que yo conozca y es progresiva, y es mucho más que una persona olvidando cosas, yo misma fui testigo de cómo mi madre pasó de olvidar cosas hasta el descuido total de su cuerpo… cosas que podía hacer antes y después ya no podía “, explica. Cosas como llagas a causa de estar tumbada en la cama todo el día, también perdió los dientes porque se olvidaba de cepillárselos y tuvieron que extraérselos.
“Tengo un pánico total de contraer la enfermedad, yo nunca querría que mis hijos, mi marido tuviesen que pasar lo que yo pasé con mi madre”, dice. Incluso con su madre en la residencia de ancianos, notó que había gente que un día caminaba y al día siguiente ya no podía.
Su madre falleció con 74 años, pero durante los últimos 6 o 7 años ha participado mucho con la Asociación de Alzheimer. Hace paseos, recauda fondos y participa como voluntaria porque fueron su apoyo cuando necesitaba ayuda, y por eso es tan importante para ella compartir su historia.
“Siempre intento tomar conciencia de mi misma, porque los hispanos y las mujeres corren mayor riesgo. Trato de comer más sano, trato de hacer todo lo que puedo. Pero todo lo que puedes hacer es intentar, esto puede sucederle a cualquier persona del mundo, es algo espantoso”.