Las familias de Estados Unidos invierten 1.5 mil millones de horas al año proveyendo atención de la salud en casa a sus niños crónicamente enfermos o discapacitados, muestra un estudio reciente.
Las horas de atención de la salud que esos padres y otros familiares ofrecen costarían 36 mil millones de dólares si las realizaran trabajadores de la salud a domicilio que recibieran la tarifa estándar, o 12 mil millones de dólares si se contrataran trabajadores no cualificados que recibieran el salario mínimo, señaló el investigador principal, el Dr. Mark Schuster.
Hoy en día, se pide a los padres de los niños crónicamente enfermos que provean “el tipo de atención que, si no existiera, tendría que ofrecer el sistema de atención de la salud a domicilio o mantener a los niños en el hospital durante más tiempo”, dijo Schuster, jefe de pediatría general del Hospital Pediátrico de Boston. Schuster también es profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Esas tareas de atención de la salud, que conllevan mucho tiempo y que a veces son técnicas, pueden incluir el mantenimiento de los ventiladores y la realización de la fisioterapia, controlar los medicamentos y cambiar las vendas, señaló Schuster.
“Se está pidiendo a los padres que hagan cosas bastante sofisticadas cuando sus hijos vuelven a casa”, dijo Schuster.