Ambos desayunos consistían de panecillos y salsa de carne, y cada uno contenía unas 930 calorías y 60 gramos de grasa, casi lo mismo que la composición de un Big Mac y unas papas fritas, o de un Whopper Doble con queso de Burger King, apuntaron los autores del estudio.
“Se modelaron como comidas rápidas”, dijo Kiecolt-Glaser.
Hubo una diferencia importante. Un desayuno se hizo sobe todo con grasa saturada, y el otro contenía aceite monoinsaturado de girasol, según el estudio.
Las mujeres también completaron una entrevista estándar sobre los eventos que las habían estresado el día anterior. “Es una entrevista que separa las frustraciones menores de los eventos que son más significativos y que es más probable que produzcan cambios fisiológicos relacionados con el estrés”, comentó Kiecolt-Glaser
Las mujeres libres de estrés tendían a tener unos mejores resultados en los análisis de sangre tras comer los panecillos y la salsa de carne con grasa monoinsaturada, en comparación con cuando comieron la alternativa rica en grasa saturada, mostró la investigación.
Esas mujeres tenían unos marcadores de inflamación más bajos, y también tuvieron resultados más bajos en un análisis de las moléculas de adhesión, una sustancia que aumenta las probabilidades de que se formen placas en las paredes de los vasos sanguíneos, provocando endurecimiento de las arterias, reportó el estudio.
Pero cuando las mujeres del estudio habían tenido un evento estresante antes de la prueba del desayuno, las dificultades del día anterior parecieron borrar cualquier beneficio vinculado con una opción de grasa saludable.
“Si estaban estresadas, eso anulaba todo lo bueno”, dijo Kiecolt-Glaser.