El polvo del hogar contiene una amplia variedad de sustancias químicas tóxicas, exponiendo potencialmente a las personas a compuestos nocivos en sus propias casas, plantea una nueva revisión de las evidencias.
Los investigadores identificaron 45 sustancias potencialmente tóxicas en muestras de hogares de 14 estados.
Esas sustancias provienen de una amplia variedad de productos del consumidor, como los muebles, las alfombras, las cortinas, los aparatos electrónicos y los juguetes, señaló la autora líder, Ami Zota, profesora asistente de la Facultad de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad de Washington en Washington, D.C.
“El polvo en interiores es un depósito de sustancias de los productos del consumidor”, dijo Zota. “Muchas de las veces en que esas sustancias se añaden a los productos del consumidor, no se fijan químicamente a los productos. Pueden salir del producto y llegar al aire o al polvo”, explicó.
Los 26 estudios analizados no evaluaron si las sustancias están provocando problemas de salud. Pero Zota dijo que esta exposición generalizada debería resultar preocupante.
“Algunos de esas sustancias se asocian con resultados de salud graves, en particular en la salud de los niños”, advirtió.
El Consejo Americano de Química (American Chemistry Council), que representa a la industria química, afirmó que el estudio “solo cuenta una parte de la historia”.
“La mera presencia de una sustancia no significa un riesgo para la salud humana”, señaló el consejo en una declaración. “Evaluar los riesgos de salud depende no solo de comprender cuáles sustancias están presentes en algo como el polvo, sino también de la cantidad real, la ruta, la duración y el momento de exposición a esas sustancias. En este estudio falta la mayor parte de esa información importante”.
El Dr. Kenneth Spaeth, jefe de medicina ocupacional y ambiental de Northwell Health en Great Neck, Nueva York, comentó que hace tiempo que se conoce la presencia de esos compuestos potencialmente nocivos, y que amerita cierta preocupación.
“Cada uno de nosotros tiende a pasar la mayor parte de nuestras vidas bajo techo”, dijo Spaeth. “Eso incluye dormir y la mayor parte de nuestra vida diaria”.
La exposición continua a esas sustancias contenidas en el polvo significa que incluso sustancias que el cuerpo elimina rápido, como los ftalatos, siguen siendo repuestos por el ambiente de interiores, dijo.
Otras sustancias, como los retardantes del fuego, tienden a acumularse en el cuerpo, aumentando el riesgo para la salud, señaló.
Cuatro clases de sustancias químicas peligrosas aparecen en altas concentraciones en el polvo de interiores, señalaron los investigadores. Incluyen a los ftalatos, las sustancias encontradas en las cantidades más altas en las muestras de polvo. Los ftalatos, que ablandan los plásticos y funcionan como solventes, se usan para fabricar cosméticos, juguetes, suelos de vinilo y otros productos.