Los fenoles (usados en productos de limpieza y otros artículos del hogar) fueron la segunda sustancia más común encontrada en el polvo, seguidos por los retardantes del fuego y los compuestos altamente fluorados utilizados para hacer utensilios de cocina antiadherentes, encontró el estudio.
Al evaluar el potencial de que esos compuestos llegaran a los niños, los investigadores encontraron que el retardante del fuego TCEP tenía la ingesta estimada más alta. El TCEP se añade a los sillones, los productos para bebés, los aparatos electrónicos y otros productos.
Cuatro ftalatos (DEP, DEHP, BBzP y DnBP) siguieron al TCEP en términos de la ingesta estimada más alta, apuntaron los autores del estudio.
Las muestras de polvo también contenían sustancias altamente fluoradas como el PFOA y el PFOS, que se encuentran en los teléfonos celulares, las cajas para las pizzas y muchos productos antiadherentes, a prueba de agua y resistentes a las manchas. Esas sustancias se han vinculado con problemas de los sistemas inmunitario, digestivo, del desarrollo y endocrino, dijeron los autores del estudio.
Zota y Spaeth dijeron que se pueden tomar las siguientes medidas para reducir la exposición al polvo del hogar:
- Lavar sus manos y las manos de sus hijos con frecuencia. Los niños pequeños con frecuencia se meten las manos y los dedos cubiertos de polvo en la boca.
- Pasar la aspiradora con frecuencia, usando una aspiradora equipada con un filtro HEPA, y fregar las superficies duras con agua.
- Usar herramientas del consumidor en línea para comprar productos más seguros, como muebles sin retardantes del fuego ni resistentes a las manchas, o juguetes libres de ftalatos.
- Abrir las ventanas para permitir la circulación del aire fresco.
“Esos tipos de medidas simples pueden de verdad hacer una diferencia”, aseguró Spaeth.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 14 de septiembre de la revista Environmental Science & Technology.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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