Una aplicación podría ayudarle a adoptar un estilo de vida saludable para el corazón que quizá reduzca su riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y enfermedad cardiaca, sugiere una nueva revisión de las evidencias.
Las personas son más capaces de ser constantes con un estilo de vida saludable para el corazón cuando las aplicaciones de smartphone y los sitios de internet que ayudan a fijar metas y controlar el progreso les orientan y les animan, señaló el investigador líder, el Dr. Ashkan Afshin, profesor asistente en funciones de salud global del Instituto de Medidas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Seattle.
“Nuestros resultados mostraron que las intervenciones basadas en internet y en smartphones eran efectivas para mejorar las conductas del estilo de vida que incluyen a la dieta y a la actividad física a corto plazo”, dijo Afshin.
“Esas intervenciones también fueron efectivas para lograr una pérdida modesta de peso durante un periodo de 3 a 12 meses”, añadió.
Afshin y sus colaboradores analizaron 224 estudios anteriores publicados entre 1990 y 2013, y encontraron que:
- Las personas que usaban intervenciones basadas en internet comían mejor, se hacían más activas, perdían peso, y reducían su consumo de tabaco y alcohol.
- Las intervenciones de smartphone (incluyendo aplicaciones, mensajes de texto y correo de voz) ayudaron a las personas a aumentar el ejercicio y a perder peso.
“Algunas características de esos programas podrían aumentar su efectividad”, aseguró Afshin.
“Por ejemplo, los programas que tienen componentes como fijar metas y la automonitorización, y que usan múltiples modos de comunicación y mensajes personalizados, tendían a ser más efectivos. También encontramos que esos programas eran más efectivos si incluían algunas interacciones con los proveedores de atención de la salud”, explicó.
Esas aplicaciones de smartphone hacen que sea más fácil que la gente controle su progreso y se haga responsable de sí misma, aseguró la Dra. Suzanne Steinbaum, directora de salud cardiaca de las mujeres del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
Antes, la gente confiaba en un bolígrafo y el papel para controlar su progreso. “Sabíamos que la gente que escribía las cosas tendía a ser más capaz de adherirse a un programa”, dijo Steinbaum. “En realidad se trata de asumir el control de la vida propia”.
Las aplicaciones no solo facilitan que se controle el progreso, sino que además hacen que compartir esa información con el médico sea más fácil, añadió.
“Esas aplicaciones son más efectivas si incluyen alguna interacción con un proveedor de atención de la salud”, aseguró Steinbaum.
“Usar una aplicación sin tener el consentimiento del médico no es malo, pero sabemos que cuando se usan junto con el médico como herramienta de comunicación son más efectivas para ayudar a cambiar la vida”, añadió.