Los cambios de la presión arterial se miden hasta veinticuatro horas después de reducir el sodio.
El proceso es “increiblemente laborioso” y se restringe a los entornos de investigación, dijo Elijovich. Además requiere tres días de hospitalización. Algunos investigadores usaron exámenes de pacientes ambulatorios quienes fueron sometidos a varias semanas de control estricto de la dieta.
Encontrar un examen de laboratorio simple para detectar la susceptibilidad a la sal es “nuestro sueño”, dijo Laffer.
“Quizás en menos de una década tendremos un examen razonable que se pueda usar en una clínica”, dijo Elijovich. Pero, por ahora, añadió que, “no se obtiene un diagnósito certero con un solo examen y no existe un tratamiento específico”.
El informe detalla cómo el cuerpo maneja el exceso de sodio, ya que los riñones, el corazón y el sistema nervioso pueden ser afectados por el efecto que tiene la susceptibilidad a la sal sobre la presión arterial.
“Hasta hace poco, la teoría prevaleciente fue que la [susceptibilidad a la sal] era culpa de los riñones”, dijo Laffer.
Los investigadores pensaron que la presión arterial aumentaba para obligar a los riñones a eliminar el exceso de sodio, pero “no es tan sencillo como eso”, añadió. Por ejemplo, el cuerpo puede almacenar el sodio adicional en células musculares y de la piel.
Aunque en algunos estudios se detectaron varios vínculos genéticos en ratas que indicaron la susceptibilidad a la sal, los investigadores aún no han encontrado un componente genético en los seres humanos.
“Tenemos pistas, pero no se ha estudiado porque es difícil hacerlo”, dijo Laffer.
A diferencia de las ratas, “uno no puede reproducir endogámicamente a los seres humanos” para producir alguien que tenga en un cien por ciento la susceptibilidad a la sal, dijo Elijovich. Él sospecha que varios genes interactúan para afectar la susceptibilidad a la sal en las personas.
Las investigaciones se complican por muchos factores que pueden alterar los efectos de la sal sobre la presión arterial de una persona: edad, raza y etnia, así como condiciones existentes como presión arterial alta, diabetes y enfermedad de los riñones crónica.
Ya que no existe un examen determinado ni medicinas específicas, el saber que un paciente con presión arterial alta tiene susceptibilidad a la sal no cambiaría la estrategia de tratamiento, para el Elliott Antman, vicedecano de investigación clínica/ traslación de la Escuela de Medicina de Harvard y médico senior en la división cardiovascular de Brigham and Women’s Hospital en Boston. Antman dijo que tiene que usar los mismos medicamentos que se utilizan para la presión arterial alta y que aconseja los mismos límites del consumo de sodio.
“Nuestros esfuerzos relacionados con la precisión médica pueden ayudar a refinar el genotipo y fenopito de la susceptibilidad en el futuro; todos tenemos que consumir mucho menos sal que lo que hacemos ahora. La American Heart Association recomienda ingerir menos de mil quinientos miligramos de sodio diarios de todas las fuentes”, dijo Antman.