Los investigadores basaron sus hallazgos en TC de 275 personas de todas las edades. En general, encontraron que a una edad temprana la pelvis se desarrolla de forma similar en chicas y chicos. Entonces, más o menos a los 10 años, cada sexo se dirige en una dirección distinta.
A los 25 años, las estructuras óseas de la pelvis de la mujer han cambiado para proveer un canal de parto amplio. Y las diferencias entre la pelvis masculina y la femenina fueron más pronunciadas entre los 25 y los 30 años de edad, el momento pico de la fertilidad, anotó Ponce de León.
Pero las cosas comienzan a cambiar de nuevo más o menos a los 40, encontró el estudio. En ese momento, la pelvis femenina toma una trayectoria más “masculina”, que hace que el canal de parto se estreche de forma gradual.
Los hallazgos aparecen en la edición del 25 de abril de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Ponce de León y su equipo sugieren una teoría distinta. La pelvis femenina sigue adaptándose con el tiempo a las “necesidades obstétricas cambiantes”.
El momento en que esos cambios ocurren (cerca de la pubertad y en la transición hacia la menopausia) sugiere que el estrógeno dirige el desarrollo de la pelvis femenina, según el equipo de Ponce de León.
De Lancey dijo que es “probable” que las hormonas tengan un rol. Pero añadió que el estudio en realidad no lo prueba.
“Nuestro estudio propone un mecanismo hormonal sensible al ambiente para el desarrollo de la plasticidad de la pelvis femenina”, comentó. “Investigaciones posteriores de este mecanismo podrían algún día ayudar a aliviar el problema del parto obstruido”.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2016, HealthDay