“Los impactos del horario de verano probablemente se relacionen con el ritmo circadiano interno del cuerpo, los ciclos moleculares que regulan en qué momento nos sentimos despiertos y en qué momento nos sentimos somnolientos”, explicó Krespi.
La mayoría de personas deberían poder ajustarse al cambio en uno o dos días, apuntó, y ofreció las siguientes sugerencias:
- Los adultos deben despertarse 15 minutos antes de lo usual cada día, varios días antes del cambio de horario, y evitar las siestas este fin de semana. El sábado, haga algo de ejercicio cerca del mediodía en lugar de más tarde en el día, porque el ejercicio ayuda a adelantar a su reloj corporal.
- Si es posible, pase al menos una hora al sol el domingo para ayudar a su reloj corporal a ajustarse al cambio horario. No coma demasiado y evite las tareas complejas (como el uso de computadoras, tabletas u otros dispositivos electrónicos) al menos una hora antes de irse a la cama.
- Evite los estimulantes, como el alcohol, el tabaco y la cafeína (hallada en el café, el té, el chocolate y algunos analgésicos).
- Si se siente somnoliento tras el cambio horario, haga una siesta en la tarde, pero de solo 30 minutos o menos.
- Asegúrese de que su habitación esté fresca, tranquila, oscura y libre de distracciones para tener el mejor sueño posible.
- Reduzca las siestas de los bebés y los niños pequeños más o menos en un tercio durante el fin de semana para prepararles para irse a la cama a una hora que de lo contrario quizá parezca demasiado temprana. Si los niños pequeños se van a la cama tarde debido al cambio horario, permítales dormir lo normal en la mañana.
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Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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