enfermedad”, explicó Horovitz. “Nadie debe dar por sentado la inmunidad al sarampión, las paperas o la rubeola de ningún adulto”.
Un sencillo análisis sanguíneo puede medir la inmunidad. Horovitz comentó que ha “evaluado la inmunidad de pacientes en las últimas 10 semanas. Todos son adultos, y cada semana he descubierto dos o más pacientes que necesitan una vacuna de refuerzo. Eso equivale a 23 adultos que no son inmunes, hasta ahora, en un consultorio individual”.
Según Horovitz, un importante laboratorio comercial que evalúa la inmunidad de SPR (sarampión, paperas y rubeola) encontró que hasta de un 9 a un 13 por ciento de los especímenes carecían de inmunidad a uno o más de los tres virus.
Aunque vacunar a los niños es esencial, “también hay evidencias claras de que hay una cantidad significativa de adultos de EE. UU. que no son inmunes”, advirtió Horovitz.
Por otra parte, la situación del