La mayoría de las personas piensan que su cama es un refugio seguro, pero una nueva investigación sugiere que su calor corporal podría desencadenar la liberación de sustancias potencialmente nocivas de su colchón.
Se sabe que los colchones liberan cantidades minúsculas de sustancias gaseosas llamadas compuestos orgánicos volátiles (COV). Esos COV provienen sobre todo del poliuretano que se usa en los colchones, pero también de otros compuestos usados en los retardantes del fuego y los plásticos, señalaron los investigadores.
Lamentablemente, el calor corporal parece aumentar las emisiones de COV de su colchón, según pruebas realizadas en ocho tipos distintos de colchones de poliuretano.
Pero todavía no tire su colchón. Las dosis estimadas de la mayoría de los COV permanecieron muy