“En la mayoría de casos, nacieron de forma prematura debido a una decisión médica de inducir el parto prematuro para continuar con el tratamiento contra el cáncer tras el parto”, explicó Amant. “En algunos casos, el parto prematuro fue espontáneo, y es posible que el tratamiento del cáncer tenga algo que ver con esto. Pero no sabemos exactamente qué provoca un parto prematuro. Quizá la quimioterapia induzca contracciones prematuras, o una inflamación vaginal con una ruptura prematura de las membranas”.
Los cánceres más comunes diagnosticados en las madres del estudio fueron cánceres de mama y de sangre, como la leucemia y el linfoma.
“Nuestros resultados muestran que el temor ante el tratamiento contra el cáncer no es motivo para finalizar un embarazo, que el tratamiento materno no debe retrasarse y que se puede administrar quimioterapia. El estudio también muestra que los niños sufren más por la prematuridad que por la quimioterapia, así que evitar la prematuridad es más importante que evitar la quimioterapia”, dijo Amant.
El profesor Peter Naredi, copresidente científico del Congreso, añadió que “estos nuevos resultados deben calmar a las mujeres embarazadas que han sido diagnosticadas con cáncer y que, naturalmente, se preocupan sobre la mejor forma de proceder, no solo para ellas mismas, sino también para su niño no nacido”.
“Aunque se necesita un seguimiento más prolongado de estos niños, en este momento el mensaje importante parece ser que los médicos no solo deben comenzar el tratamiento contra el cáncer de inmediato, sino que también deberían mantener el embarazo hasta que el término completo se acerque lo más posible”, añadió Naredi, que no participó en el estudio.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com© Derechos de autor 2015, HealthDay