¿Deben las personas que han comprado y usado esos monitores tirarlos a la basura? Quizás no. Según Ringrose, hay varias formas de minimizar las lecturas imprecisas de los aparatos.
Primer, aconsejó, “compare las medidas de la máquina para la presión arterial con una medida de la presión arterial en una clínica antes de fiarse exclusivamente en las lecturas de la presión arterial tomadas en casa”.
Además, “lo que de verdad es importante es realizar varias medidas de la presión arterial y basar las decisiones sobre el tratamiento en lecturas múltiples”, añadió Ringrose.
Aseguró que la monitorización en el hogar puede seguir siendo muy útil, “porque empodera a los pacientes y para los profesionales clínicos es útil tener un panorama más amplio en lugar de una instantánea de un momento”.
Los pacientes no deben iniciar ni cambiar los antihipertensivos basándose en una o dos medidas tomadas en un solo momento, a menos que las medidas estén claramente elevadas, anotó el coautor del estudio, Raj Padwall.
Los pacientes que usan estos dispositivos automáticos para la presión arterial deben llevarlos al médico una o incluso dos veces para medir su precisión en comparación con una medida manual [en el consultorio].
El estudio aparece en una edición reciente de la revista American Journal of Hypertension.
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