El estudio no puede demostrar una relación causal directa, pero los investigadores intentaron tener en cuenta otros factores que podrían afectar al riesgo, como la edad, los antecedentes familiares de obesidad y los niveles de actividad física.
Los investigadores también encontraron que reemplazar otro tipo de bebidas con agua no redujo el riesgo de obesidad. Las otras bebidas incluían: la leche entera, la leche semidesnatada, la leche desnatada, el vino, licores, refrescos de dieta, el café, el jugo de naranja y otros jugos.
Se necesitan más estudios “basados en intervenciones reales para confirmar estos posibles efectos. Dado que la obesidad conlleva un riesgo más alto de desarrollo de otras enfermedades como la diabetes o la enfermedad cardiovascular, los posibles efectos de sustituir estas bebidas por el agua es un objetivo importante a tener en cuenta en la investigación futura sobre la salud pública”, afirmaron los autores del estudio.
El equipo de estudio fue dirigido por Ujué Fresán, del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona.
El estudio fue presentado el miércoles en el Congreso Europeo sobre la Obesidad (European Congress on Obesity) en Porto, Portugal. El estudio aparece también en la revista Nutrients.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2017, HealthDay