Las personas con un peso normal de origen hispano tenían un 80 por ciento más de probabilidades de presentar estos problemas potenciales que las blancas, encontró el estudio.
Y los afroamericanos y los estadounidenses de origen chino tenían un 50 por ciento más de probabilidades de sufrir estas anomalías metabólicas con un peso normal, indicaron los investigadores.
Estas anomalías se observaron a unos niveles mucho más bajos de IMC en las personas que no eran blancas, según el estudio.
Por ejemplo, para que los no blancos tuvieran una cantidad parecida de factores de riesgo de problemas cardiacos y diabetes que una persona blanca con un IMC de 25, alguien con antepasados chinos o surasiáticos debería tener un IMC de 19.6. Para una mujer que mida 5 pies y 5 pulgadas (1.65 metros), un IMC de 25 equivale a 150 libras (68 kg). Un IMC de 19.6 equivale a 118 libras (53.5 kg), dijeron los investigadores.
“Estas diferencias no se explican por las diferencias en los datos demográficos, las conductas con respecto a la salud o la localización de la grasa corporal”, dijo Gujral en un comunicado de prensa de la UCSF.
La autora principal del estudio, la Dra. Alka Kanaya, profesora de medicina, epidemiología y bioestadística en la UCSF, comentó que “esperamos que los resultados permitan ver a los pacientes y a sus proveedores de atención médica que la raza/etnicidad por sí sola podría ser un factor de riesgo para la salud cardiometabólica de los estadounidenses pertenecientes a minorías”.
El estudio aparece en la edición del 3 de abril de la revista Annals of Internal Medicine.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com