El estudio también encontró que, en comparación con los blancos, los niños afroamericanos y latinos recibieron menos atención de seguimiento para la alergia alimentaria de un especialista en alergia, tenían mayores tasas tanto de alergia a los alimentos relacionados con la anafilaxia, como de visitas a la sala de emergencia.
En este estudio, el 55 por ciento de los afroamericanos, el 18 por ciento de los latinos y el 11 por ciento de los niños blancos estaban cubiertos por Medicaid, indicando menores tasas de ingresos entre las familias afroamericanas que participaron en el estudio.
Los niños de bajos ingresos incurren en costos más altos para visitas a la sala de emergencias y hospitalización, y gastan menos en atención especializada. Una duración más corta del seguimiento puede afectar negativamente los resultados de la alergia alimentaria y puede aumentar la tasa de muerte.
El cacahuete fue el alérgeno alimentario más común en los tres grupos. El único alérgeno más común entre los niños blancos que los afroamericanos y los niños latinos, eran las nueces. La alergia a las nueces es distintas de la alergia al cacahuete porque los cacahuetes son legumbres, mientras que una nuez es una fruta de cáscara dura.
“Una de las principales preocupaciones es que los niños afroamericanos e hispanos tenían tasas significativamente más altas de anafilaxia inducida por alimentos que los niños blancos. Además, los niños afroamericanos e hispanos también tuvieron mayores probabilidades de visitas a las salas de emergencia por reacciones relacionadas con la alergia alimentaria en comparación con los niños blancos”, dijo Mahdavinia.
“Los tres centros evaluaron su población de pacientes por separado, pero cuando juntamos los datos juntos vimos la sorprendente similitud de los resultados entre los centros, lo que confirmó nuestra sospecha inicial de que las alergias alimentarias presentan de manera diferente en varias razas. Este es un tema importante para que los pediatras y los alergólogos sean conscientes y pueden buscar las alergias pertinentes en cada una de las distintas razas”, dijo el Dr. Amal Assa’ad, coautor del estudio y experto en alergias e inmunología en el Hospital Infantil de Cincinnati Centrar.
“Hemos encontrado una diferencia en la cobertura de seguros entre las diferentes razas, lo que puede afectar el acceso a la atención, a las visitas de seguimiento y las medidas de prevención”, agregó Assa’ad.
“Necesitamos realizar más investigaciones para identificar las alergias alimentarias y las sensibilidades alimentarias entre todas las razas y etnias para que podamos desarrollar programas educativos culturalmente sensibles y efectivos para mejorar los resultados de la alergia alimentaria en todos los niños”, dijo Mahdavinia.
“Es de vital importancia para nosotros entender la alergia alimentaria en niños de diferentes razas y etnias, para que podamos mejorar la gestión de todos los niños”, dijo el Dr. Ruchi Gupta, autor principal del estudio, pediatra e investigador de Ann & Robert H. Lurie Children’s Hospital de Chicago y Profesor Asociado de Pediatría y Medicina en la Universidad Northwestern Feinberg School of Medicine.