La cultura latina es muy diversa dentro de sí misma y cuando se trata de la comida que comemos, hay muchas opciones. Los expertos en alergia e inmunología del Centro Médico de la Universidad de Rush, el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati y el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago han llevado a cabo el primer estudio diseñado para evaluar y caracterizar la diferencia racial y étnica en las alergias alimentarias entre niños en los Estados Unidos, incluyendo niños latinos.
Los investigadores descubrieron que tanto los afroamericanos como los latinos tenían tasas significativamente más altas de alergia al maíz, a los mariscos y al pescado, en comparación con los niños blancos, lo que confirma que la raza y la etnicidad desempeñan un papel importante en cómo las personas se ven afectadas por la alergia alimentaria.
Los resultados del estudio se publicaron en el Journal of Allergy and Clinical immunology.
“La alergia alimentaria es una condición prevalente en los Estados Unidos, pero se sabe poco sobre sus características y gravedad en los grupos minoritarios raciales”, dijo el Dr. Mahboobeh Mahdavinia, investigador principal del estudio, autor principal y experto en alergia e inmunología en Rush. “Nuestro objetivo era caracterizar los resultados relacionados con la alergia alimentaria en estos niños y identificar cualquier disparidad en el uso de la atención de la salud entre los niños afroamericanos, latinos y blancos con alergias a alimentos”.
La alergia a los alimentos es una reacción del sistema inmunológico que se produce poco después de comer un determinado alimento. Incluso una pequeña cantidad de alimentos a los que los individuos son alérgicos puede desencadenar signos y síntomas, como problemas digestivos, urticaria, problemas respiratorios o anafilaxis (una reacción alérgica grave, potencialmente fatal). La alergia alimentaria es un problema importante de salud pública que afecta al ocho por ciento de los niños en Estados Unidos, con una carga económica estimada de 24.800 millones de dólares al año.
“Se ha documentado que la prevalencia de la alergia alimentaria ha aumentado en los niños de los Estados Unidos, pero existen pocos datos e investigaciones sobre su frecuencia, gravedad y resultados entre la raza minoritaria y las etnias de los Estados Unidos”, expllicó Mahdavinia.
Mahdavinia y sus colegas en Rush, en el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati y en Lurie Children’s realizaron un amplio estudio con niños desde el nacimiento hasta la edad de 17 años, a quienes se les diagnosticó alergia alimentaria y fueron vistos en clínicas de alergia/inmunología en dos centros de atención terciaria urbana en los Estados Unidos.
El estudio incluyó a 817 niños en total y estaba compuesto de 35 por ciento de afroamericanos (285 niños), 12 por ciento de latinos (99 niños) y 53 por ciento de niños blancos no hispanos (433 niños).
“El pan de trigo es un alimento básico en los Estados Unidos y se consume diariamente en la mayoría de los hogares con un consumo medio de más de 130 libras por persona al año.
La alergia al trigo puede ser una carga financiera significativa, especialmente para las familias de bajos ingresos”, dijo Mahdavinia. Los niños latinos tenían probabilidades significativamente más altas de tener alergia al maíz, pescado y mariscos, pero una tasa similar de asma en comparación con los niños blancos no hispanos. La tasa de alergia al maíz en los latinos podría deberse a que el maíz es uno de los principales alimentos básicos en las familias mexicanas e hispanas.
