“Nuestros resultados mostraron que los bebedores empedernidos tenían alrededor de 1.6 veces más probabilidades de sufrir una hemorragia intracerebral y 1.8 más probabilidades de sufrir una hemorragia subaracnoidea. La asociación entre el consumo empedernido de alcohol y esos dos tipos de ACV fue más fuerte que para el ACV isquémico”, señaló en un comunicado de prensa de la revista la autora líder del estudio, Susanna Larsson, profesora asociada de epidemiología del Instituto Karolinska, en Suecia.
Las diferencias entre el consumo de alcohol y el tipo de ACV podrían deberse a la forma en que el alcohol afecta al cuerpo, anotaron los autores del estudio.
“Investigaciones anteriores han encontrado una asociación entre el consumo de alcohol y unos niveles más bajos de fibrinógeno, una proteína del cuerpo que ayuda en la formación de coágulos sanguíneos”, dijo Larsson.
“Aunque esto podría explicar la asociación entre un consumo de alcohol entre leve y moderado y un riesgo más bajo de ACV isquémico, el efecto adverso del consumo alcohol en la presión arterial, que es un importarte factor de riesgo del ACV, podría aumentar el riesgo de ACV hemorrágico y sobrepasar a cualquier beneficio potencial”, añadió.
Aunque los investigadores encontraron una asociación entre el alcohol y el riesgo de ACV, el estudio no prueba causalidad. Dijeron que otros factores, aparte del alcohol, podrían haber afectado a los resultados.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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