Cuando los relojes se retrasaron una hora este fin de semana, muchos se alegraron de poder dormir más tiempo.
Pero algunos se sienten indolentes los primeros días después del cambio horario. Y una nueva investigación indica que otras personas tendrán un riesgo más alto de depresión durante los meses más oscuros de invierno.
“La mayoría de las personas disfrutan de la hora extra de sueño cuando termina el horario de verano”, dijo el Dr. Raghu Upender, director médico del Centro de Trastornos del Sueño del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville.
“Sin embargo, como se hace de noche antes por la tarde, algunas personas podrían experimentar más fatiga en su traslado del trabajo a casa”, comentó en un comunicado de prensa de la universidad.
Pero una exposición extra a la luz del sol puede reiniciar el reloj biológico y ayudarle a uno a salir adelante, añadió Upender.
“No tiene por qué ser la luz del sol directa. Abra las cortinas y encienda todas las luces brillantes de su casa, o salga a dar un paseo al aire libre”, dijo.
Upender explicó que la luz regula la hormona melatonina, que controla el ciclo del sueño y la vigilia. La luz inhibe la producción de melatonina, y la oscuridad la fomenta.
Esto explica por qué muchas personas a menudo se sienten más cansadas o somnolientas en los meses de otoño e invierno, cuando los días son más cortos y hay menos horas de luz solar. Pero la mayoría de las personas se adaptan en unas pocas semanas, especialmente con una exposición extra a la luz solar durante el día, añadió.
Pero no todo el mundo se recupera después del cambio de hora.