Gonzalez regresó en poco tiempo a Holy Cross. Logró su sueño de graduarse en mayo de 2011 y trabaja como fotógrafa y asistente administrativo en Worcester.
Lawrence Rosenthal, M.D., Ph.D., su cardiólogo, dijo que ella se merece todo el mérito por el esfuerzo que hizo en su recuperación.
“Realmente ha superado bastante adversidad para una persona joven”, dijo Rosenthal, director de la división de estimulación y electrofisiología cardíaca en el UMass Memorial Medical Center.
Rosenthal dijo que es posible que Gonzalez tenga una condición genética que causa una “tormenta eléctrica” en su corazón que puede conllevar a una muerte cardíaca súbdita. El desfibrilador la protege porque suelta una descarga cuando ocurre un ritmo problemático que peligra su vida. Hasta el momento, el dispositivo ha soltado media docena de descargas.
Su hermano menor, Brian, dijo que fue difícil ver a la hermana quien fuera alegre y retozona temer hacer las cosas que tanto disfrutaba.
“Fue un momento que nos cambió la vida a todos”, dijo el patrulla del estado de Massachusetts de 25 años. “Nuestra relación mejoró tanto, hasta el punto que somos los mejores de los mejores amigos”.
Para Gonzalez, educar a los demás sobre los riesgos de enfermedad del corazón se ha vuelto una pasión. Antes de ser voluntaria para la AHA, comía saludablemente, pero desde que se unió a la organización, se ha “inspirado más en practicar lo que predico”.
Hoy, Gonzalez, a quien le encanta cocinar, dijo que prepara el picadillo cubano de su papá con carne de pavo en lugar de res. A pesar que ya no come pasta, no está dispuesta a privarse de su capricho: el chocolate.
La labor de Gonzalez como voluntaria ha fortalecido su seguridad en sí misma, y le ha ayudado a manejar la ansiedad que una vez la paralizaba.
El tener enfermedad del corazón “no quiere decir que es el final”, dijo.
Anima a otros a conocer el historial de salud de sus familias, y a no ignorar –como lo hizo su propia familia— las condiciones que afectaron a los padres y los abuelos.
El abuelo paterno de Gonzalez, quien vivía con su familia, murió de un infarto mientras dormía el año antes de su diagnóstico. Nadie consideró importante en aquel momento de hacerse un chequeo del corazón o estar atento a su propia salud cardíaca. Gonzalez ahora anima a sus padres a cuidar mejor de su salud.
Gonzalez dijo que la enfermedad del corazón le quitó mucho en esa primera etapa de su diagnóstico. Sin embargo, se siente “bendecida” porque ha aprendido mucho sobre enfermedad del corazón y puede compartir ese conocimiento con mujeres alrededor del país.
“No sé quién sería si no tuviera enfermedad del corazón”, aseveró.
Fotos cortesía de Amanda Gonzalez y Go Red Por Tu Corazón