Las mujeres con sobrepeso (con un índice de masa corporal superior a 25) en el grupo del consumo más alto experimentaron un aumento en el riesgo de diabetes de un 19 por ciento, en comparación con las del grupo del consumo más bajo. En contraste, las mujeres con un peso normal (un índice de masa corporal inferior a 25) observaron un aumento en el riesgo relativo de un 38 por ciento, mostraron los hallazgos.
Pero algunos ácidos grados se asociaron con un aumento mucho mayor en el riesgo de diabetes que otros, encontraron los investigadores.
Por ejemplo, el DPA se vinculó con un aumento del 45 por ciento en las mujeres de peso normal, y con un aumento del 54 por ciento en las mujeres con sobrepeso en el grupo de consumo más alto, en comparación con el más bajo.
En el grupo de consumo más alto, el AA se asoció con un aumento del 50 por ciento en el riesgo de las mujeres de peso normal, y con un aumento del 74 por ciento en el riesgo de las mujeres con sobrepeso, en comparación con las que menos consumían.
Al contrario, el ALA no se vinculó con ningún aumento en el riesgo de diabetes en las mujeres con un peso normal. Y en las mujeres con sobrepeso, el ALA se vinculó con un aumento relativo de apenas un 17 por ciento en el grupo del consumo más alto.
Los investigadores anotaron que la carne fue la fuente más grande tanto de DPA como de AA, conformando un 31 y un 43 por ciento de la ingesta alimentaria de cada ácido graso respectivo.
Pero Fagherazzi y Dow advirtieron que su investigación mostró una asociación, no una relación causal.
Además, dijeron que “sigue sin estar claro” si el mismo riesgo podría también verse en los hombres. Y anotaron que debido a que su estudio se enfocó exclusivamente en la ingesta de alimentos, no podían comentar sobre si los complementos de ácidos grasos (como los complementos de aceite de pescado) podrían también vincularse con elevaciones similares en el riesgo de diabetes.
Una nutricionista describió los hallazgos como “un poco sorprendentes”.
“Sobre todo la asociación con los omega 3 y el aumento en el riesgo”, dijo Lona Sandon, directora de programa del departamento de nutrición clínica del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas. “No lo habría anticipado”.
Sandon dijo que “hay muchos factores desconocidos”, y añadió que “no tiraría todavía mis nueces ni mi atún”, hasta que se hagan más investigaciones.
“Hay muchísimas evidencias de que esas cosas son buenas para nosotros”, afirmó Sandon. “Pero si comiera mucha carne, reduciría su consumo”.
Fagherazzi y Dow presentarán su investigación esta semana en la reunión de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (European Association for the Study of Diabetes), en Múnich, Alemania. Los hallazgos deben ser considerados preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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