Pero el estudio, publicado en la revista JAMA Psychiatry, solo encontró una asociación entre la depresión parental y unas peores notas, no causalidad directa.
En el estudio, Lee y sus colaboradores examinaron los datos de más de 1.1 millones de niños nacidos en Suecia entre 1984 y 1994.
La educación obligatoria termina en Suecia a los 16 años, y a los niños que dejan de ir a la escuela les asignan una nota escolar final en función de qué tan bien les fuera el año anterior. Los investigadores compararon las notas finales de los adolescentes cuyas madres y padres habían sido diagnosticados con depresión con las de los adolescentes cuyos padres no tenían un trastorno del estado de ánimo.
Encontraron que la depresión materna y paterna afectó al rendimiento de los adolescentes durante el último año escolar, aunque la depresión se produjera años antes.
En general, tanto la depresión materna como la paterna en cualquier periodo de la vida de un niño se asoció con un peor rendimiento escolar. La depresión materna se asoció con un efecto negativo más pronunciado en el rendimiento escolar de las niñas que en el de los niños, según los resultados.
El impacto de la depresión es tan grande como los efectos parecidos en las notas provocados por las diferencias en los ingresos de la familia y el nivel educativo de la madre, reportaron los investigadores.
Los hallazgos muestran que los padres que sufren de depresión deben conseguir ayuda si desean proteger a sus hijos, dijo Myrna Weissman, jefa de epidemiología del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York y profesora en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.
Las escuelas pueden ofrecer programas que ayuden a los niños que tengan a uno de sus padres en estado de depresión, pero Weissman cree que lo mejor sería que el adulto estuviera en tratamiento.
Para mas información sobre la depresión, visite la pagina de SAMHSA para recursos e información.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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