La alergia a la leche de vaca de larga duración en los adultos se ha vinculado con una reducción en la densidad ósea. Pero los niños con la alergia no se han estudiado mucho, dijeron los autores.
Para el estudio, reclutaron a 81 niños en etapa prepuberal con alergias a los alimentos. 52 tenían alergia a la leche de vaca, mientras que 29 tenían alergias a otros alimentos. La edad promedio de los niños se acercaba a los 7 años.
Los investigadores midieron la densidad mineral ósea de los niños mediante análisis estándar. También tomaron muestras de sangre para evaluar los niveles de vitamina D, que es esencial para la salud de los huesos. Además, registraron la ingesta de calcio y vitamina D, y siguieron el cumplimiento en aquellos a quienes se aconsejó tomar complementos.
Aunque se encontró una densidad mineral ósea en un 6 por ciento de los que tenían alergias a la leche de vaca, ninguno de los del otro grupo tenía una densidad ósea baja, apuntaron los investigadores.
Los niños con alergias a la leche de vaca también tenían una ingesta promedio de calcio más baja, de 930 miligramos (mg) al día, en comparación con 1,435 mg en el otro grupo. La ingesta diaria recomendada es de 1,000 mg. La ingesta de vitamina D en ambos grupos estaba muy por debajo de las 600 unidades internacionales (UI) recomendadas al día.
Pocos de los que tenían alergias a la leche de vaca tomaban complementos: un 37 por ciento tomaban calcio, y un 44 por ciento tomaban vitamina D. Pero los que sí tomaban un complemento lo hacían, en promedio, más de cinco veces por semana, lo que se consideró como un buen cumplimiento, según el estudio.
El estudio aparece en la edición en línea del 20 de abril de la revista Pediatrics.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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