Incluso una conmoción leve puede afectar temporalmente a su sentido del olfato y desencadenar problemas de ansiedad a largo plazo, encuentra un estudio reciente.
Se sabía que esos problemas podían ocurrir tras una conmoción grave. Pero este estudio encontró que sucede lo mismo con conmociones menores provocadas por accidentes como caerse de una bicicleta con un casco puesto, un accidente de coche leve, caerse en las pistas de esquí, o resbalar en el hielo y golpearse la cabeza.
“Muchas personas sufren una conmoción leve en algún momento de sus vidas, así que darse cuenta de que tienen problemas de olfato es el primer paso para informar al médico al respecto”, señaló la autora principal, Fanny Lecuyer Giguere, que realizó la investigación como parte de su tesis doctoral en neuropsicología en la Universidad de Montreal.
El estudio incluyó a 20 personas que sufrieron conmociones menores y un