escalofríos (un 22 por ciento), una reacción alérgica (un 5.5 por ciento), dolor abdominal (alrededor de un 5 por ciento) y gastroenteritis (un 4.5 por ciento).
La mayoría de esos casos (casi un 87 por ciento) fueron gestionados por los miembros de las tripulaciones de los vuelos, mientras que se pidió a un médico que ayudara en más o menos un 9 por ciento de los casos.
En alrededor de un 16 por ciento de los casos, el niño necesito más atención tras el aterrizaje del avión. Solo un 0.5 por ciento de los vuelos fueron desviados a un aeropuerto cercano para que el niño pudiera recibir atención de emergencia, según el informe.
Pero a pesar del hecho de que la mayoría de los casos implicaron afecciones comunes que se podían tratar fácilmente, pocos kits de primeros auxilios de a bordo tenían versiones pediátricas de las terapias que ayudarían, como formas líquidas de los analgésicos o antialérgicos, encontraron los investigadores de la Universidad de Duke.
Los kits de primeros auxilios de las aerolíneas de EE. UU. deben incluir inhaladores para el asma, antihistamínicos y aspirina, pero los medicamentos están en forma de pastillas, que