prematuros, según la Dra. Diana Montoya-Williams, neonatóloga del Hospital Pediátrico de Filadelfia.
Por un lado, podría haber efectos fisiológicos directos, apuntó. El distrés psicológico podría contribuir a la inflamación en todo el cuerpo, a aumentos en las hormonas del “estrés”, y a cambios en la función inmunitaria, por ejemplo.
Esos efectos, aseguró Montoya-Williams, pueden “vincularse íntimamente” con los cambios hormonales que suceden durante el embarazo.
Y también hay posibilidades menos directas, dijo. Las personas preocupadas por la deportación podrían evitar ir al médico, por ejemplo.
El estudio encaja en un cuadro general, lo que los investigadores llaman los “determinantes sociales de