la mejora en los síntomas motores y no motores es importante”. Ramírez Zamora es profesor asociado de neurología y experto educativo de la Parkinson’s Foundation.
“Concuerda con el concepto de que mejorar la función sexual aumenta el placer, la comunicación y la satisfacción en las parejas, aumenta la intimidad de la relación, y reduce el estrés y los síntomas [del Parkinson]”, apuntó Ramírez Zamora.
Al mismo tiempo, anotó que la “hipersexualidad” es un “trastorno de control de los impulsos bien establecido y común” en los pacientes con Parkinson que toman una clase de fármacos conocida como agonistas de la dopamina, que incluyen a pramipexol (Mirapex) y a ropinirol (Requip).
Esos medicamentos pueden ayudar a los pacientes al activar un receptor del cerebro que produce dopamina, que se sabe que ayuda a regular el movimiento. Pero eso también podría significar que el tratamiento (en lugar del sexo) fuera lo que contribuyera a una mejor calidad de vida.
Entonces, Ramírez Zamora advirtió que no se debe sacar ninguna