un gran tamaño, e incluyó a casi 155,000 militares veteranos. Incluyó sobre todo a hombres (un 90 por ciento), y su edad promedio fue de 64 años.
Honerlaw y sus colaboradores preguntaron a los participantes del estudio sobre los alimentos que comían, incluyendo la comida frita. Poco menos de la mitad dijeron que comían comida frita menos de una vez por semana. Alrededor de un tercio comían comida frita entre una y tres veces por semana. Solo un grupo pequeño (alrededor de un 5 por ciento) dijeron que comían comida frita a diario.
Durante el periodo de seguimiento de tres años del estudio, casi 6,800 sufrieron una enfermedad cardiaca o un ACV.
La Dra. Eugenia Gianos es directora de Salud Cardiaca de las Mujeres en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Apuntó que la asociación entre la comida frita, la enfermedad cardiaca y el ACV “fue mayor entre los que consumían la mayor cantidad de comida frita, incluso tras tomar en cuenta otros factores del estilo de vida y patrones dietéticos”.
Gianos, que no participó en el estudio, dijo que los hallazgos fueron limitados porque solo se incluyó a un pequeño número de