tercio de los 5,000 animales rabiosos que se reportan en el país cada año, señalaron los CDC.
El problema es que como las personas no se dan cuenta de que los murciélagos conllevan un riesgo de rabia, quizá no busquen la vacuna contra la rabia ni los medicamentos antivirales, que salvan vidas, después de haber sufrido una mordedura o arañazo.
Una mordedura o un arañazo de un murciélago pueden ser más pequeños que la punta de la borra de un lápiz, pero eso es suficiente para transmitir la rabia a una persona, advirtieron los CDC.
“Los síntomas iniciales de la rabia podrían incluir fiebre con dolor u hormigueo, una sensación de quemazón o picor en la herida”, indicó el Dr. Robert Glatter, médico de emergencias en el