Wendy Lybarger vivía a una hora en coche del hospital donde iba a tratar su cáncer de mama, así que anticipaba tener muchas molestias.
Durante incluso seis semanas, tendría que desplazarse cada día de semana para recibir radioterapia tras la cirugía para extirpar el pequeño bulto de su seno.
Pero su médico le ofreció otra opción: una radioterapia más focalizada y frecuente a lo largo de apenas cinco días.
“Casi me pareció demasiado bueno para ser verdad”, comentó Lybarger, una pastora de 58 años que vive en Dayton, Ohio. “Mi primera pregunta fue: ¿parece algo bueno, pero es