director del Consejo de Comunicación y Medios de la Academia Americana de Pediatría. “Ambas cosas pueden ser acertadas, o una de ellas puede predominar”, agregó.
No todas las actividades en línea son malas, comentó Hill. Los niños hacen la tarea en línea, se conectan con chicos que tienen sus mismos intereses, y participan en actividades creativas, tales como arte, fotografía y programación. Pero es crucial que se involucren los padres.
“Necesitan que sus papás los guíen, les repitan las lecciones y los ayuden a entender lo que están viendo”, dijo Hill.
Daniels recomienda que tanto a los niños como a los adolescentes se les restrinja el tiempo en pantalla a dos horas diarias, y que se establezcan zonas libres de aparatos tales como la mesa del comedor y la recámara.
Los aparatos en el dormitorio pueden atrasar la hora de dormir, agregó, y hay estudios que sugieren que la luz emitida por la pantalla afecta la capacidad para conciliar el