33 por ciento en las mujeres y de un 52 por ciento en los hombres, según el informe.
El paro cardiaco ocurre cuando el corazón entra en un ritmo irregular y deja de latir. La muerte ocurre en cuestión de minutos a menos que se pueda desfibrilar el corazón para que vuelva a un ritmo normal con un desfibrilador. Pero sin un ritmo inicial desfibrilable, la desfibrilación no es efectiva.
Además, “las personas podrían ser menos conscientes de que el paro cardiaco ocurre tan frecuentemente en las mujeres como en los hombres, y las mujeres mismas quizá no reconozcan la urgencia de sus síntomas”, apuntó Tan. “Las mujeres podrían tener síntomas de un ataque cardiaco inminente que son menos fáciles de interpretar, como fatiga, desmayos, vómitos, y dolor en el cuello o la mandíbula, mientras que es más probable que los hombres reporten quejas típicas, como el dolor de pecho”.
Los investigadores también encontraron que las mujeres y los hombres con paro cardiaco eran tratados de forma distinta en el hospital. Era menos probable que las mujeres fueran diagnosticadas con un ataque cardiaco (una causa común de paro cardiaco) y que se sometieran a un examen de las arterias del corazón o a procedimientos para limpiar las arterias bloqueadas.
“Dada la breve oportunidad disponible para salvar la vida de un paciente, cada minuto importa en esta fase temprana; la ayuda, aunque solo sea que una persona llame al número de